Por Ferrer Galván Acosta
Desde el mes de febrero, México importa mensualmente hasta 450 mil toneladas de maíz provenientes de los Estados Unidos, a través de comercializadoras como Cargill de México quienes infiltran maíz de mala calidad, maíz que en Estados Unidos sólo alimenta a los animales.
En la actualidad, sólo dos países en el mundo tienen la capacidad para sustentar la demanda de los 300 millones de tortillas diarias que se consumen en nuestro país: China y Estados Unidos, pero este último nos obliga a privilegiar su maíz a través del acuerdo comercial injusto que nos enlaza. Esto significa que la política económica del gobierno espurio, entrega, libre de impuestos, a capital extranjero el equivalente a 40 mil millones de pesos anuales nada más por concepto de tortillas que se consumen en México sin contar los beneficios de otros productos derivados del maíz.
Este atentado en contra del campo mexicano, en contra de la producción nacional de Maíz, no es propia del gobierno del usurpador, ya desde la firma del TLC, nuestro país ha reducido los subsidios al campo y por ende aumentado las importaciones. Actualmente México, la patria del maíz, produce solamente el 1.4% de todo el maíz que se comercializa en el mundo, por debajo de países como Canadá, Francia y Argentina quienes no tienen entre su dieta a la tortilla. Estados Unidos, por ejemplo, produce el 14% de la demanda mundial y China el 16%.
Es una vergüenza que nosotros que somos el maíz, que nacimos de la masa, y que nos conformamos en la tortilla, no podamos producir ni siquiera el maíz que necesitamos. Nosotros, los mexicanos, los que al paso de los años y de la historia somos del color del maíz y de la tierra. Nos están queriendo matar de hambre y están queriendo eliminar nuestra cultura. Quisieran que nos olvidáramos, que perdiéramos nuestra identidad, que adormeciéramos nuestra memoria colectiva para siempre. Quisieran vernos todos los días Macdesayunando o comiendo esos “burritos” de tortilla transgénica. Pero se equivocan los títeres de los amos de la tortillina.
Cobijados en estos argumentos, la Liga Nacional de Comités Ciudadanos en Resistencia, proponemos:
1. Que se levante un gran movimiento en contra de la entrada en vigor del capítulo VII del Tratado de libre Comercio para América del Norte que nos expondrá a la importación de maíz libre de aranceles.
2. Que se exija la suspensión inmediata de la importación de maíz y frijol.
3. La elaboración de un proyecto de reactivación de la producción nacional de maíz que satisfaga la demanda interna de manera sostenida
4. La condena y rechazo total a la producción de biocombustible “etanol”. Nos parece justo exigir, como mexicanos, país del que es originario el Maíz, que este alimento fundamental en la alimentación nacional, sea utilizado con fines alimenticios y nutricionales. Primero debemos acabar con el hambre y la carestía, luego la búsqueda de alternativas de combustión.
5. Promover que el maíz blanco, azul y rojo, sea considerado patrimonio cultural de la humanidad y se le reconozca centro de origen al que es producido en tierras mexicanas.
6. De acercarse el 1 de enero de 2008 y la inminente entrada en vigor del capítulo VII del TLC, la Convención Nacional Democrática debe convocar al cierre de accesos al país en la frontera norte hasta que se suspenda la apertura de dicha cláusula nociva.
7. La Convención Nacional Democrática y el Gobierno Legítimo, debe generar un proyecto que abra una red de comercialización del maíz mexicano, con el objeto de fortalecer mediante la organización campesina la producción. Les agradecemos mucho, puedan contemplar estas consideraciones.
Texto leido durante el Foro Tareas de la CND, 10 de octubre de 2007
Desde el mes de febrero, México importa mensualmente hasta 450 mil toneladas de maíz provenientes de los Estados Unidos, a través de comercializadoras como Cargill de México quienes infiltran maíz de mala calidad, maíz que en Estados Unidos sólo alimenta a los animales.
En la actualidad, sólo dos países en el mundo tienen la capacidad para sustentar la demanda de los 300 millones de tortillas diarias que se consumen en nuestro país: China y Estados Unidos, pero este último nos obliga a privilegiar su maíz a través del acuerdo comercial injusto que nos enlaza. Esto significa que la política económica del gobierno espurio, entrega, libre de impuestos, a capital extranjero el equivalente a 40 mil millones de pesos anuales nada más por concepto de tortillas que se consumen en México sin contar los beneficios de otros productos derivados del maíz.
Este atentado en contra del campo mexicano, en contra de la producción nacional de Maíz, no es propia del gobierno del usurpador, ya desde la firma del TLC, nuestro país ha reducido los subsidios al campo y por ende aumentado las importaciones. Actualmente México, la patria del maíz, produce solamente el 1.4% de todo el maíz que se comercializa en el mundo, por debajo de países como Canadá, Francia y Argentina quienes no tienen entre su dieta a la tortilla. Estados Unidos, por ejemplo, produce el 14% de la demanda mundial y China el 16%.
Es una vergüenza que nosotros que somos el maíz, que nacimos de la masa, y que nos conformamos en la tortilla, no podamos producir ni siquiera el maíz que necesitamos. Nosotros, los mexicanos, los que al paso de los años y de la historia somos del color del maíz y de la tierra. Nos están queriendo matar de hambre y están queriendo eliminar nuestra cultura. Quisieran que nos olvidáramos, que perdiéramos nuestra identidad, que adormeciéramos nuestra memoria colectiva para siempre. Quisieran vernos todos los días Macdesayunando o comiendo esos “burritos” de tortilla transgénica. Pero se equivocan los títeres de los amos de la tortillina.
Cobijados en estos argumentos, la Liga Nacional de Comités Ciudadanos en Resistencia, proponemos:
1. Que se levante un gran movimiento en contra de la entrada en vigor del capítulo VII del Tratado de libre Comercio para América del Norte que nos expondrá a la importación de maíz libre de aranceles.
2. Que se exija la suspensión inmediata de la importación de maíz y frijol.
3. La elaboración de un proyecto de reactivación de la producción nacional de maíz que satisfaga la demanda interna de manera sostenida
4. La condena y rechazo total a la producción de biocombustible “etanol”. Nos parece justo exigir, como mexicanos, país del que es originario el Maíz, que este alimento fundamental en la alimentación nacional, sea utilizado con fines alimenticios y nutricionales. Primero debemos acabar con el hambre y la carestía, luego la búsqueda de alternativas de combustión.
5. Promover que el maíz blanco, azul y rojo, sea considerado patrimonio cultural de la humanidad y se le reconozca centro de origen al que es producido en tierras mexicanas.
6. De acercarse el 1 de enero de 2008 y la inminente entrada en vigor del capítulo VII del TLC, la Convención Nacional Democrática debe convocar al cierre de accesos al país en la frontera norte hasta que se suspenda la apertura de dicha cláusula nociva.
7. La Convención Nacional Democrática y el Gobierno Legítimo, debe generar un proyecto que abra una red de comercialización del maíz mexicano, con el objeto de fortalecer mediante la organización campesina la producción. Les agradecemos mucho, puedan contemplar estas consideraciones.
Texto leido durante el Foro Tareas de la CND, 10 de octubre de 2007
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