viernes, 23 de noviembre de 2007

Monseñor Norberto Rivera Carrera: entre el escándalo y la impunidad.


Monseñor Norberto Rivera Carrera: entre el escándalo y la impunidad.

Lorena Aguilar Aguilar

El Cardenal Primado de México, Norberto Rivera Carrera, ha sabido capitalizar a su favor los enfrentamientos que se han dado entre los altos jerarcas de la Iglesia Católica y los grupos de izquierda del país.

En los últimos incidentes, donde miembros de diferentes grupos izquierdistas han enfrentado de manera verbal al Cardenal, no a la Iglesia, él se ha puesto en el papel de la víctima, ha aparecido en medios de comunicación exigiendo protección para su persona y ahora para la propia Catedral Metropolitana, amenazando con cerrar el recinto como si de una Guerra Cristera se tratase.

Si bien es cierto que para la feligresía católica no habrá sido muy agradable ver el pasado domingo 18 a un grupo de manifestantes en un local que ellos consideran sagrado, es necesario tener presente que las provocaciones por parte de Rivera Carrera hacía estos grupos disidentes han sido cada vez más frecuentes.

El tristemente celebre Cardenal ha utilizado una y otra vez el púlpito para lanzar distintos ataques a la resistencia civil pacifica que encabeza López Obrador, pero sobre todo ha lanzado ataques a ciertas iniciativas del ley de corte progresista como la de las sociedades de convivencia y la despenalización del aborto en el Distrito Federal, constituyendo estas acciones un abuso de su investidura eclesiástica, ya que ha invadido espacios del ámbito público que le son restringidos, incluso él mismo ha llamado alguna vez a la desobediencia a las autoridades respecto a estas leyes. También ha invadido aspectos de la vida privada de las familias mexicanas por medio de sus discursos en contra del uso de anticonceptivos para la planificación familiar.

El enfrentamiento del domingo pasado fue el desbordamiento de las tensiones que desde tiempo atrás se han acumulado entre los diversos grupos de izquierda y el Cardenal, las provocaciones de este último hacía los primeros han ido en aumento y los medios de comunicación al servicio del sistema han jugado un papel importante en estos enfrentamientos.

Se ha sabido manipular toda la información a favor del Cardenal, poniendo a este como una víctima de "grupos radicales" haciendo a un lado aspectos relevantes como la complicidad de Rivera Carrera con sacerdotes pederastas. Muy pocos son los medios de información en México que han hablado de la impunidad que goza este personaje a pesar de que son muchas las pruebas que hay en su contra en casos relacionados con la pederastia.

Además de todo esto, no hay que olvidar que el Cardenal se ha caracterizado por sus fuertes vínculos con los círculos políticos y empresariales más poderosos en México, círculos que se han visto envueltos en sonados casos de corrupción.

El incidente ocurrido el domingo pasado le ha caído como "anillo al dedo" a la jerarquía católica, ya que, con la ayuda ciertos medios de comunicación, se ha hecho pasar por una víctima perseguida por "izquierda radical e intolerante", cuando la realidad ha sido que la propia jerarquía, pero principalmente el propio Cardenal, le ha hecho el trabajo sucio a la extrema derecha nacional provocando constantemente a los grupos de izquierda, principalmente a la resistencia civil pacífica que encabeza López Obrador.

A pesar de que se ha intentado justificar el cierre de la Catedral Metropolitana, argumentando que no existen las condiciones que aseguren la integridad de los fieles católicos, es más que claro que esta medida extrema es parte de los ataques de la jerarquía católica al movimiento lopezobradorista.

La intención es más que clara, se pretende desprestigiar una vez más el movimiento de López Obrador, el cual hoy por hoy es uno de los movimientos sociales más importantes del país, ahora se pretende enfrentar de manera directa a los lopezobradoristas con la feligresía católica.

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