Enrique Bautista Villegas *
1. El 18 de marzo de 1938 el Presidente de la República, Lázaro Cárdenas del Río, decretó expropiados por causa de utilidad pública y a favor de la Nación, la maquinaria, instalaciones, edificios, oleoductos, refinerías, tanques de almacenamiento, vías de comunicación, carrostanque, estaciones de distribución, embarcaciones y todos los demás bienes muebles e inmuebles de las empresas petroleras de propiedad extranjera, por desacato de un laudo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en materia laboral.
2. Los países de los que las empresas y los empresarios afectados eran originarios, intentaron boicotear la acción expropiatoria y apostaron a que la misma generaría una crisis en la industria petrolera mexicana y en el abasto de petróleo crudo en los mercados exteriores y de gasolinas y otros derivados en el mercado local.
3. El esfuerzo del gobierno, el compromiso de los trabajadores petroleros y la solidaridad de la inmensa mayoría de los mexicanos permitieron, no sólo reestablecer las actividades de la industria petrolera sino, construir y consolidar a Pemex, empresa paraestatal que se constituyó en el pilar del desarrollo de México durante las siguientes décadas.
4. La Constitución de la República en sus artículos 27 y 28 y la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del petróleo establecen que el petróleo es propiedad de la Nación y son actividades reservadas a la misma, su aprovechamiento e industrialización, incluyendo: la explotación, la refinación, el transporte, el almacenamiento, la distribución y las ventas de primera mano del mismo y los productos que se obtengan de su refinación.
5. A partir de su creación y hasta principios de los ochentas Pemex construyó una enorme capacidad tecnológica que le permitió el desarrollo de actividades en toda la cadena productiva de manera autónoma. Consecuentemente, la paraestatal logró el aprovechamiento eficiente del petróleo.
6. Hasta mediados de la década de los setenta, Pemex atendió casi exclusivamente la demanda nacional de gasolinas, y derivados de petróleo. Sin embargo, la reducción en la oferta mundial del mismo, acordada por los países asociados a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y agravada por el conflicto bélico del Yom Kipur en octubre de 1973, entre Israel, por una parte, y Egipto y Siria, por la otra, derivó en una escasez mundial de este recurso natural, y en el incremento de sus precios internacionales; así, el precio del barril de petróleo se elevó en unas cuantas semanas de 6 dólares a más de 30.
7. El hecho estimuló al gobierno mexicano a fortalecer los trabajos de exploración, confirmándose la existencia de importantes reservas del hidrocarburo en el subsuelo. A partir de lo anterior, su objetivo fue desarrollar una ambiciosa plataforma exportadora de petróleo para financiar, con los ingresos resultantes, la industrialización y el desarrollo nacional.
8. Desafortunadamente la estrategia que el gobierno se planteó se vino abajo por el optimismo excesivo y los errores de cálculo de las administraciones de Echeverría, López Portillo y De la Madrid, que endeudaron al país sin contar con la capacidad de pago que se requería.
9. Para superar los consecuentes momentos de crisis de pagos, que se repitieron periódicamente, las administraciones en turno hicieron compromisos con las instituciones financieras internacionales (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos), que resultaban atentatorios a la soberanía, tales como la reestructuración de pasivos en términos desventajosos para el país, la apertura irrestricta de la economía a la inversión extranjera y el compromiso de venta de grandes volúmenes de petróleo a mediano y largo plazo a los Estados Unidos, con objeto de garantizar sus reservas de seguridad.
10. De esta manera se incrementó la extracción de petróleo del subsuelo mexicano entre 1975 y el 2004 de 600 mil a cerca de 3.4 millones de barriles diarios. Las exportaciones petroleras han llegado en diversos períodos a moverse en el rango de los 1.8 a 2 millones de barriles diarios.
11. Paralelamente, los precios del petróleo se han incrementado de manera sostenida de 1974 a la fecha, salvo breves lapsos de disminución. El precio del barril subió de 6 dólares en ese año, a 130 dólares durante las semanas recientes.
12. A pesar de que los ingresos por concepto de ventas de petróleo al extranjero fueron de 410 mil millones de dólares entre 1980 y 2007, éstos no reportaron beneficio al desarrollo del país: lo hicieron sí, a mantener una precaria estabilidad y paz social. La utilidad bruta que Pemex obtuvo durante el período (ingresos totales menos gastos totales, antes de pagar impuestos) se esfumó sistemáticamente cada año por la enorme carga fiscal que el gobierno le ha endilgado en el período referido, y hasta el presente.
13. En 1960 Pemex contribuía con 4.4 centavos por cada peso que se cobraba de impuestos en el país. Hoy lo hace con 40 centavos. A pesar de ello, los ingresos del gobierno son cada día menos suficientes para atender las necesidades de la población.
14. Durante las administraciones de los presidentes, De la Madrid, Salinas de Gortari, Zedillo y Fox, se defendió la tesis de que reduciendo los impuestos a los causantes mayores (grandes empresas), estos reinvertirían sus utilidades y generarían más empleo. Seguimos esperando que esos suceda, pues el empleo no creció y los ingresos fiscales, con excepción de los cobrados a Pemex, tampoco. Hoy, esta empresa del estado mexicano subsidia los impuestos que los grandes capitales han dejado de pagar. Por eso observamos que en las listas internacionales de los hombres más ricos del mundo los nombres de mexicanos crecen mes con mes.
15. En contraposición, el desempleo en México también crece diariamente, prueba de ello es que cada año más de un millón de ciudadanos intentan cruzar la frontera Norte en busca de los empleos que el país les niega. De igual manera, por falta de oportunidades honestas, cada día migran más mexicanos hacia la delincuencia, cuestión que de ninguna manera se justifica. Hoy la distribución del ingreso es mucho menos equitativa que hace treinta años. Hay 60 millones de pobres de acuerdo a los datos oficiales.
16. Los últimos gobiernos del país nos han querido vender la idea de que Pemex es ineficiente porque ha operado muchos años con pérdidas, porque no ha tenido capacidad de incrementar su infraestructura de extracción y refinación de petróleo, porque no ha desarrollado la tecnología que requiere para ser competitivo a nivel mundial, porque está ahogándose en la corrupción, etc.
17. Vale la pena señalar que en el 2007 Pemex fue la segunda empresa más rentable del mundo con una utilidad bruta de 67,000 millones de dólares, misma que se le despojó a través de los altísimos impuestos y derechos que paga y han servido para que el país no caiga en quiebra.
18. Cabe preguntarse: ¿qué sería de México sin Pemex, sin los impuestos que ha dejado al país para compensar lo que otros no pagan? ¿Qué sería de la educación, de la salud, de los programas sociales, de los insuficientes apoyos al campo, de los que viven de las migajas que el estado les entrega, para que el país no estalle en una crisis social?
19. Cabe también preguntarse; ¿dónde está la ineficiencia? Es obvio que no está en Pemex; esta empresa y el petróleo le han dado al país en exceso. La ineficiencia está, sin lugar a dudas, en los malos gobiernos, la improvisación, la incapacidad, la rapacidad y la corrupción, de quienes han dictado los destinos de Pemex desde las administraciones federales de un cuarto de siglo para acá. Es allí donde hay que buscar a quienes casi han matado a la gallinita de los huevos de oro.
20. La ineficiencia está en quienes han evitado que la empresa dedique una parte de sus ingresos a: la construcción de las refinerías que requiere para no tener que importar gasolinas, a la exploración y perforación en condiciones adversas, a desarrollar tecnología para transformar el petróleo crudo en gasolinas, fertilizantes, plásticos y muchos otros derivados del petróleo, a exportar pretroquímicos terminados en lugar de materias primas e importar los primeros a precios de oro, como hoy sucede.
21. Hoy se nos quiere convencer de que para lograr el desarrollo económico Pemex se debe modernizar; estamos de acuerdo. En lo que no que no hay coincidencia es en que la única opción para hacerlo es invitando a las empresas privadas nacionales y extranjeras a que desempeñen las actividades que hasta ahora la paraestatal ha tenido reservadas por disposición constitucional, disque porque no tiene recursos económicos ni humanos suficientes para asumir por si sóla esa tarea. Uno se pregunta ¿Cómo si los tuvo antes?
22. Entregar la prerrogativa de extraer e industrializar el petróleo del subsuelo y las aguas profundas nacionales al capital privado, equivale a entregar a terceros, no sólo las utilidades que Pemex puede generar para el beneficio de México; las utilidades que en el pasado la ineficiencia y la corrupción han malbaratado.
23. Equivale a entregar el recurso natural más codiciado de nuestros días y del futuro visible: el petróleo. Además de estar en la gasolina, en el disel, está en los fertilizantes, en los plásticos, en las telas, en los empaques, en las computadoras, en las pinturas; este recurso natural está en todas las cosas y en todas partes. El petróleo es hoy por hoy la materia prima estratégica por excelencia, y la de mayor potencial.
24. Digamos No! a las intenciones actual gobierno de reformar el marco jurídico para la extracción e industrialización del petróleo; para ceder a la inversión privada las facultades en materia de: explotación, refinación, conducción, almacenamiento, distribución y ventas de primera mano del petróleo y sus subproductos básicos.
25. En su lugar, hagamos de Pemex una empresa eficiente otra vez. Que vuelva a ser el pilar del desarrollo de México, en el que se finque el futuro de sus generaciones futuras.
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