Atte,
REGIOENRESISTENCIA
*Marketos = tribus suburbunas de lumpenburguesía que deambulan por todas las ciudades del país, tales como panistas de closet, anarkistos-punk-ñetos anti-estatales de desreguladores de cuello blanco y traje fino, tecnócratas especuladores "emos" que se guían por el "sentimiento del mercado" y otras personalidades que en lo "dark" odian a las "sociedad mexicana", nomás por lo "social" y por lo "mexicano").
PD. Feliz día de muertos... económicos y políticos...
http://www.milenio.com/node/106076
Calderón: nacionalista y antineoliberal
Seguramente cuando Jorge Castañeda proponía que Calderón rebasara a AMLO por la izquierda, no se imaginó hasta dónde podía llegar su consejo.
La noche de la votación en la Cámara de Diputados, Calderón apareció eufórico, en cadena nacional, celebrando que ¡¡¡Pemex no se privatizó y el petróleo sigue siendo patrimonio de todos los mexicanos !!!
En El Salvador condenó el libre mercado y abogó por la economía mixta.
Igualmente su reacción ante la crisis (hasta ahora meramente discursiva) es la de implantar una serie de medidas económicas de claro corte keynesiano y muy semejantes al New Deal de Roosevelt: Incrementar el gasto público y hasta construir una refinería (cuestión que se decía imposible sin la inversión privada apenas unos meses atrás)
Total: el mundo al revés. (en el mundo de las apariencias).
No cabe duda, Calderón tiene un ritmo supersónico de aprendizaje de la simulación priista.
Al estilo echeverrista proclama defender lo contrario de lo que real y originalmente propone. Finalmente mimetiza los paradigmas conservadores dominantes, casi todos herencia del credo nacionalista revolucionario y tutti contenti.
Ese juego de simulación está alcanzando su clímax.
Para que tanto brinco estando el suelo tan parejo.
Sí la reforma consistió en que todo quedara igual en materia de prohibición (formal) de las inversiones privadas en cualquiera de las fases de la industria petrolera (exploración, extracción, ductos, transporte, refinerías) por medio de cualquier modalidad de contratación o asociación de Pemex con el capital privado; entonces se mintió deliberadamente cuando se afirmaba que sin todo ese cambio Pemex y el país irían a la ruina.
Quizá todo ese ruido escondía intereses muy mezquinos para servirse con la cuchara grande.
También se trató de una campaña sobreideologizada de culto a la inversión privada como panacea para resolver todos los males nacionales y, en específico, los de la industria petrolera.
Lo curioso es que de un momento a otro, Calderón cambio a Pepsi.
Ahora es un adalid de la defensa del nacionalismo, el estatismo, la economía mixta y encarnizado condotieri del neoliberalismo.
En una cultura experta en envolver con etiquetas rojas políticas económicas abiertamente capitalistas, no debieran extrañar estas machincuepas de Calderón.
El conjunto de la sociedad tiene que acudir a la Profeco porque toda la partidocracia no ha vendido gato por liebre.
Sería mucho más sano ser lo que se promulga.
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