viernes, 26 de diciembre de 2008

¿Y qué festejamos?


Ricardo Andrade Jardí

Desde la imposición chatarra del usurpador telecrático la caída es absoluta. De 20 y 40 ejecutados son el saldo diario de la pretendida guerra contra el crimen organizado, que no es otra cosa que una falacia de los grandes capos, los de traje y corbata que inundan la mediocridad institucional mientras hinchan sus bolsillos con las limosnas que reciben por rematar la patria al empresariado chatarra local y la rapacería de las trasnacionales. Hemos llegado a la Navidad de 2008, con un país que se convirtió en todo lo que el empresariado chatarra vendía y vociferaba para que no se votara por AMLO, hoy somos el país más peligroso y más violento del continente, los niveles de analfabetismo se reproducen por centenas, en lugar de reducirse y hay francas zonas del país donde lo único que gobierna es la violencia; el sindicato de maestros reparte camionetas comprando conciencias y cientos de miles de niños no pueden matricularse en el sistema público educativo porque simplemente nadie ha pensado en ellos. Funcionarios incapaces que reciben millonarios salarios y trabajadores "productivos" obligados a hacer tres turnos para poder mantener su alarmante nivel de pobreza; banqueros que brindan con los recursos públicos, con los que se rescatan sus negocios y miles de negocios familiares que se cierran para poder pagar las deudas privadas de esos banqueros que, alarmados, especulan con la pasividad de un pueblo que se sienta a ver un baile por un sueño mientras sus hijos se aproximan peligrosamente a los callejones sin salida de la enajenación neoliberal.

Esta será la Navidad de 2008 y el inicio de un 2009 que comienza con el anuncio gringo de que la intervención "americana" en México es eminente, pues ha llegado la hora de limpiar el vecindario y la parte más sucia es el crimen organizado de México. Eso es la Iniciativa Mérida. Eso es el Plan México, donde la guerra ya no será del Ejecutivo usurpador que "haiga sido como haiga sido", en sólo dos años supera la cifra de los 5,000 (cinco mil) ejecutados, sino del Comando Norte, al que se someterá por las buenas o por las malas a las fuerzas armadas de México, ya bastante disminuidas por el usurpador y su Estado Mayor Presidencial que funge como un ejército paralelo y que responde a los amos del poder económico que hoy desmantelan el Estado, pese a la lección histórica que la crisis de septiembre ha dado al mundo.

Nada hay en realidad que festejar. México hoy está en la peor de las crisis sociales y la incapacidad y el desgobierno parecen ser la regla que seguirá llevándonos al hoyo, mientras nuestra inmoral clase política se reparte las migajas de lo que alguna vez pretendió ser una república soberana, ahora sometida a la voluntad del dinero imperialista y al circo mediático de la oligarquía telecrática. Un bonito 2009 nos espera, cada vez "más lejos de Dios y más cerca del imperio" también en decadencia.
¡Feliz año!

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