Los cuerpos de los asesinados en Tamaulipas por Los Zetas eran trasladados al instituto forense en el Distrito Federal. Como en una de Berlanga, el camión frigorífico que transportaba los cadáveres de 56 de los 72 emigrantes asesinados en el estado mexicano de Tamaulipas atropelló a cuatro personas cuando maniobraba frente a las instalaciones del Servicio Medico Forense, en la capital del país. A una mujer de 20 años le tuvo que ser amputada una pierna, después de que el tráiler se la destrozara al impactar contra otro vehículo. Ante la presencia de los medios de comunicación y de agentes de policía, el automóvil chocó contra dos coches particulares (que quedaron sobre la acera, a un costado del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal) y dejó cuatro personas lesionadas en la esquina de Doctor Navarro y Niños Héroes.
Elvia Rodríguez, de 20 años, quedó prensada entre dos automóviles y fue trasladada al hospital de Magdalena de las Salinas, donde le amputaron la pierna. Según algunos diarios electrónicos, fue la policía quien conminó al conductor del camión a que diera la vuelta por una calle estrecha, donde testigos presenciales dijeron que no pasaba. Una camioneta estaba estacionada y el tráiler la arrastró, en el preciso momento en que tres personas pasaban entre los vehículos: dos hombres, que lograron evitar el atropello, y Elvia, que quedó atrapada.
Los cadáveres de los emigrantes asesinados por el narco (procedentes de Brasil y Centroamérica) serán depositados en la funeraria La Piedad para su embalsamamiento. Hoy se supo que hubo un segundo superviviente a la masacre, además de un ciudadano ecuatoriano que ya regresó a su país. Se trata de un hondureño, del que se ha reservado su identidad.
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