jueves, 13 de diciembre de 2007

LA inteligencia esta en la resistencia: Columna de Gerardo Oviedo

Gerardo Oviedo
gerovio@hotmail.com
Desde San Luis Potosí
A Lamberta, Carlos, María, Tatiana, Karla por su hospitalidad y extraordinaria generosidad y, sobre todo, a Lorena



“Los pueblos, en su esfuerzo constante porque triunfen los ideales de libertad y justicia,
se ven precisados en determinados momentos históricos a realizar los mayores sacrificios.”
Plan de San Luis. 5 de Octubre de 1910. Francisco I. Madero.
Dentro del original:


“En cambio de esta tiranía se nos ofrece la paz, pero es una paz vergonzosa para el pueblo mexicano, porque no tiene por base el derecho, sino la fuerza; porque no tiene por objeto el engrandecimiento y prosperidad de la Patria, sino enriquecer un pequeño grupo que, abusando de su influencia, ha convertido los puestos públicos en fuente de beneficios exclusivamente personales, explotando sin escrúpulos las concesiones y contractos lucrativos…



CONCIUDADANOS: Si os convoco para que toméis las armas y derroquéis al Gobierno del general Díaz, no es solamente por el atentado que cometió durante las últimas elecciones, sino para salvar a la Patria del porvenir sombrío que le espera continuando bajo su dictadura y bajo el gobierno de la nefasta oligarquía científica, que sin escrúpulo y a gran prisa están absorbiendo y dilapidando los recursos nacionales, y si permitimos que continúe en el poder, en un plazo muy breve habrán completado su obra: habrá llevado al pueblo a la ignominia y lo habrá envilecido; le habrán chupado todas sus riquezas y dejado en la más absoluta miseria; habrán acusado la bancarrota de nuestra Patria, que débil, empobrecida y maniatada se encontrará inerme para defender sus fronteras, su honor y sus instituciones… Él (Díaz) mismo justificó la presente revolución cuando dijo: "Que ningún ciudadano se imponga y perpetúe en el ejercicio del poder y esta será la última revolución." Si en el ánimo del general Díaz hubiesen pesado más los intereses de la Patria que los sórdidos intereses de él y de sus consejeros, hubiera evitado esta revolución, haciendo algunas concesiones al pueblo; pero ya que no lo hizo... !Tanto mejor!!, el cambio será más rápido y más radical, pues el pueblo mexicano, en vez de lamentarse como un cobarde, aceptará como un valiente el reto, y ya que el general Díaz pretende apoyarse en la fuerza bruta para imponerle un yugo ignominioso, el pueblo recurrirá a esa misma fuerza para sacudirse ese yugo, para arrojar a ese hombre funesto del poder y para reconquistar su libertad.” Francisco I. Madero. Plan de San Luis, octubre 5 de 1910.



Esta columna la estoy escribiendo en este momento desde la ciudad de San Luis Potosí. Y como un eterno retorno, he leído de nueva cuenta el manuscrito que invocara a la Revolución Mexicana con el levantamiento armado para el 20 de noviembre de ese año. La similitud con aquella época es trágica y a la vez vergonzante: ¡No hemos aprendido nada! La COFETEL ha resuelto que debemos pagar 500 días de salario mínimo y perder todos los equipos de transmisión de nuestra estación comunitaria a favor de sus intereses. Bajo esta tierra Potosina y con el aire matinal se lanza el siguiente plan: Por defender los principios de democracia, libertad y justicia; por buscar equilibrio e igualdad en materia de telecomunicaciones; por dignificar la conciencia y saber que la patria puede ser grande, hermosa y soberana; por luchar en contra del racismo, la intolerancia y la discriminación; por desear que la cultura en todas sus expresiones florezcan a través de una radio ciudadana; por tratar de enriquecer el patrimonio artístico de la ciudad de Puebla y de México; por intentar buscar la verdad entre todos los nubarrones que ciñen al país en esta oscuridad; por defender a los más necesitados y decir que no todo lo que se ve y se oye en los medios tradicionales de comunicación es cierto, que en su mayoría falsean la información y coptan la voluntad popular a través de la deformación visual y auditiva; por señalar que las máximas autoridades de justicia de la nación resuelven en contra del estado de derecho, como lo es en el caso de la periodista Lydia Cacho y el ultraje a sus derechos humanos que son los de todos; por la defensa de la libertad de expresión y el derecho a la información; porque sus instituciones adolecen de legitimidad y están venalmente ahogadas, carentes de cualquier respeto ciudadano; porque no tenemos nada de qué avergonzarnos y nada por qué implorar perdón; porque México es una patria para todos y no sólo de unos cuantos privilegiados, hemos decidido no acatar el fallo de la COFETEL y, si las consecuencias de sus actos, sentencias y resoluciones nos llevan a prisión, al paredón o a la ignominia de su historia oficial, que así sea y que el futuro nos juzgue bajo la ley de la verdad, el honor y la justicia. San Luis Potosí. Miércoles 11 de diciembre de 2007.



TODA LA RABIA DEL MUNDO
PARTE 28
“¿Quién ordenó cesar el fuego?
Siquiera esperen hasta que yo muera para rendirse… ¡Cobardes!”
Últimas palabras del General Villareal al defender a Madero durante la Decena Trágica

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