domingo, 14 de septiembre de 2008

Pronunciamiento para el 15 de Septiembre

A LOS RENEGADOS Y RENEGADAS

¡TODOS Y TODAS AL GRITO DE LOS LIBRES!
¡En defensa del petróleo y la soberanía nacional!

El 15 de septiembre es una fecha simbólica para la independencia y soberanía de nuestro país. En esta ocasión, el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo y nuestro Presidente Legítimo Andrés Manuel López Obrador darán el Grito en el zócalo para llamar a los mexicanos a defender el petróleo.

Como ciudadanos, como universitarios, como colectivos que participamos en la Resistencia Civil Pacífica convocamos a asistir al Grito de los libres y a concentrarnos desde las 17 hrs. alrededor del asta bandera (donde habrá un módulo de información).

Queremos invitarlos a cuidar entre todos el carácter pacífico de nuestro movimiento. Éste 15 de septiembre no será un grito más, es el inicio de una nueva etapa de resistencia civil pacífica, es un acto cargado de mucho simbolismo porque expresa todo lo que somos los mexicanos: un país libre y soberano, independiente.

En este Grito, la Resistencia civil tiene que demostrar de qué está hecha, tiene que demostrar su capacidad de organización, su disciplina, sus deseos de que este país cambie y su enorme lealtad con el carácter pacífico de nuestro movimiento.

Es la hora de la Resistencia, ha llegado el momento de decir ¡YA BASTA! Y hacerlo en completo orden y disciplina.

Es por ello, que reiteramos –para que no se dejen confundir- que el acuerdo del movimiento es retirarnos en orden a las 22 hrs. para que el pelele y los vendepatrias se queden solos con su numerito. Retirarnos para evitar cualquier provocación.

A partir de ahora, hay que estar en alerta máxima, hay que estar preparados para cuando se intente dictaminar la propuesta privatizadora de Lipe.

ATENTAMENTE

Froylan Yescas (Flor y Canto), Lorena Sosa (Colectivo 2 de julio), Antonio Villegas (Buzón Ciudadano), Juan José Sánchez, Manuel Otero (Círculos de Estudio), Karina Mendoza (Redes Universitarias)

Teléfono
Manuel 0445538970441


Será pacífica la conmemoración del 15 de septiembre, asegura López Obrador

■ La ceremonia del Grito en el Zócalo estará dedicada a la defensa del petróleo, afirma

Será pacífica la conmemoración del 15 de septiembre, asegura López Obrador

■ A las diez de la noche “les dejaremos la plaza a los vendepatrias para que hagan su numerito”

Fabiola Martínez (Enviada)

Andrés Manuel López Obrador saluda a algunos habitantes de la comunidad de Cerritos, adonde llegó ayer como parte de su gira or el estado de San Luis Potosí Andrés Manuel López Obrador saluda a algunos habitantes de la comunidad de Cerritos, adonde llegó ayer como parte de su gira or el estado de San Luis Potosí Foto: La Jornada

Villa Juárez, SLP, 7 de septiembre. Andrés Manuel López Obrador dijo que la ceremonia conmemorativa de la Independencia de México –que encabezará el próximo lunes en el Zócalo capitalino– será dedicada a la defensa del petróleo y para advertir “a quienes usurpan el poder” que el movimiento civil defenderá el carácter público de esta industria.

“Yo no soy mentiroso y el que mejor lo sabe es (Felipe) Calderón; sabe que no ganó (la Presidencia de la República) y todos los días anda hecho un manojo de nervios, con cruda moral, de conciencia. No se puede gobernar a México si no se tiene autoridad moral y política. Por eso no lo respeto”, expresó aquí el ex candidato presidencial.

“No vamos a dar ni un paso atrás –advirtió–. Ahora estamos defendiendo el petróleo, porque estos ambiciosos quieren quedarse con el crudo y, si eso se permite, ya no habrá de qué echar mano, ni siquiera presupuesto público”, expuso.

López Obrador reiteró que su objetivo es lograr la transformación política y económica del país, proteger el patrimonio nacional (extracción y explotación del petróleo), única alternativa para el desarrollo de México, pero aclaró de ninguna manera pretende derrocar a Calderón, como apuntó una versión difundida en días pasados.

“Ahora inventaron el argüende de que queremos derrocarlo (a Felipe Calderón). No. Él se cae solo, anda todo enclencle; se sube a la bicicleta y se cae. Nosotros no nos meteremos en eso del ‘quítate tú para que me ponga yo’; luchamos para lograr la transformación de la vida política del país”, expresó.

En este contexto, el “presidente legítimo” de México ha informado que el próximo lunes 15 de septiembre estará en la Plaza de la Constitución, en la capital del país, de ocho a diez de la noche, para recordar “que queremos seguir siendo un país libre y soberano. Estamos en el mes patrio y lo vamos a conmemorar defendiendo el petróleo”.

Luego, aseguró, “a esa hora nos retiraremos del Zócalo, porque este movimiento es pacífico. Les dejaremos la plaza a los vendepatrias para que hagan su numerito”.

En gira de jueves a domingo visitó 25 municipios, la mayoría ubicados en la Huasteca potosina; hasta ahora ha encabezado asambleas informativas en poco más de mil 600 alcaldías, con simpatizantes organizados, fundamentalmente, con base en el trabajo del “gobierno legítimo”, las redes ciudadanas y organizaciones civiles.

El objetivo es visitar los 2 mil 500 municipios del país, incluidos aquellos regidos por usos y costumbres, para organizar una movilización nacional que evite la entrega de Petróleos Mexicanos (Pemex) al capital privado nacional y extranjero.

Este domingo, López Obrador inició su recorrido en Ciudad Fernández y siguió en Villa Juárez, Cerritos, Guadalcázar y Villa Hidalgo, ubicados en el altiplano potosino, cerca de la capital de esta entidad, gobernada por el panista Marcelo de los Santos, a quien llamó “ladrón, perfumado, catrín, lavacuentas de las corruptelas priístas, corrupto e inepto. San Luis es mucho estado para tan poco gobernador”, expresó.

En la semana que concluye, reveló la polémica compra de un buque de Pemex por más de mil millones de dólares, en una operación que contó con la participación de Bluemarine, empresa mexicana cuyos socios participan también en Oceanografía, contratista investigada por presuntas irregularidades en procesos de proveeduría a la paraestatal.

También hizo referencia a la situación de violencia e inseguridad que priva en el país; en 19 meses, puntualizó, han ocurrido unos 6 mil asesinatos, cifra que desde la Revolución Mexicana no se había visto nunca.

Además, agregó, quieren despojar al pueblo de esta riqueza (petróleo), que es lo que permite que haya un poco de progreso en el país, especialmente con altos ingresos, producto de los excedentes petroleros (este año sin precedentes), y una producción diaria de 3 millones de barriles, que puede venderse cada uno en cien dólares.

Sin embargo, continuó, México tiene también “títeres, peleles de empresarios y traficantes de influencias, es decir, además de mentiroso, Calderón resultó ser un inepto para resolver los graves problemas del país”.

Minuto de silencio en honor de José Zamarripa

En el municipio Cerritos, López Obrador pidió a los asistentes a la asamblea informativa un minuto de silencio en memoria de José Zamarripa, representante del “gobierno legítimo” de México en Jalisco, quien falleció este domingo.

“Pepe, un compañero que ha venido trabajando conmigo desde hace diez o 15 años. Yo quiero pedirles a ustedes que le ofrezcamos un minuto de silencio. Un compañero que yo quiero mucho, un luchador social. Un aplauso para Pepe Zamarripa, subsecretario de hacienda del ‘gobierno legítimo.’”

Zamarripa fue asesor de López Obrador en el tiempo en que el tabasqueño se desempeñó como dirigente nacional del PRD y más tarde como jefe de Gobierno del Distrito Federal.

Pepe Zamarripa

JORGE GÓMEZ NAREDO

Pepe Zamarripa

Este mundo es muy complejo: un día alguien te manda un correo y te informa de la visita de Andrés Manuel López Obrador a Jalisco y unas horas después, el remitente deja de existir, se va, no vuelve a llamar, no escribe, no te mirará más. Sí, un mundo complejo y caótico, donde se van los que no deberían irse. José Guadalupe Zamarripa murió en la ciudad de México. Con él se fueron sueños, utopías, logros por conquistar.

Conocí a José Zamarripa hace dos años, o tres, no sé exactamente cuándo. Fue en una reunión de simpatizantes de López Obrador, o quizá en una fiesta de ese mismo grupo, o quién sabe, pudo ser que lo haya visto en el plantón en contra del fraude electoral, o muy probablemente en el Zócalo de la ciudad de México durante una de las tres multitudinarias asambleas convocadas por el ex candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos para exigir un nuevo cómputo de los votos. No recuerdo. La memoria falla de vez en cuando. Se va: no vislumbramos momentos exactos con fechas y horas exactas.

Pepe, como le decían todos, como le decía yo, fue un hombre íntegro. Jamás escuché que alguien se quejara de él por desvío de fondos, porque fuera un político fantoche, porque se quedara de ver en restaurantes lujosos con “gente bien”, porque no se careara con la gente, con la base. Nunca. Era un hombre honrado, honesto y humilde, cualidades que escasean en la elite política mexicana. Su labor inicial en Jalisco se veía titánica: obtener el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en una entidad dominada por la reacción, el PAN, la Iglesia y la derecha (perdón por el pleonasmo). No lo logró, pero logró más de lo que se esperaba.

Después del fraude electoral y de la lucha por el respeto a elecciones limpias y creíbles, sintetizada en la frase “voto por voto / casilla por casilla”, Pepe se quedó en Jalisco para coordinar todo lo relativo al recién nacido gobierno legítimo. Tenía experiencia: había sido secretario técnico del PRD nacional durante la gestión de López Obrador y jefe de asesores del Gobierno del DF. Su tarea se veía difícil, intrincada. Tuvo que luchar con la apatía de los jaliscienses, con los ataques de la Iglesia y del gobierno panista, con un PRD local dominado por un grupo totalmente alejado de los principios básicos de la izquierda, con la falta de recursos, con los egos de muchos líderes sociales, con los modos de otros, con las divisiones y los protagonismos, con las quejas y las críticas, con la necesidad de ir más allá, de organizar, estructurar, sostener y mantener. Y se quedó aquí, en Jalisco, y día a día enfrentó los problemas cotidianos.

Pepe era una pieza clave de Andrés Manuel López Obrador. El tabasqueño sabía que él era la persona indicada para estar aquí: no era un político superfluo, su vida se la había dedicado a las luchas de izquierda y podía ir y venir del DF a Guadalajara sin ataduras que lo amarraran; era hombre culto, sabía lidiar con las personas y comprendía claramente las situaciones política y social del país. Hizo lo que pudo, lo humanamente posible.

La muerte de Pepe causó estupor. No se esperaba. Un ataque al corazón nunca se espera, nunca se prevé, nunca se imagina. El lunes y martes aparecieron esquelas en varios diarios a nivel nacional: el gobierno legítimo, el PRD nacional y del DF, el Gobierno del DF, los grupos parlamentarios perredistas del estado de México, de las cámaras de Senadores y Diputados y de la Asamblea Legislativa, todos mencionaban el dolor y expresaban su admiración por Pepe, el luchador social y el hombre comprometido. Es una verdadera lástima que el PRD local no haya dicho nada, no haya hecho nada, no haya expresado nada. Ojalá un día, quienes actualmente dirigen ese organismo que se dice de izquierda, aprendan aunque sea un poquito del compromiso que Pepe tuvo con las causas de los más pobres, de los humildes, de los que han quedado fuera de los discursos.

Pepe se llenó de trabajo, y con el trabajo, de presiones. Fue reservado y eso impidió que muchos conociéramos sus problemas de salud. Su vida se la dio a la organización y muchos, como yo, no vimos lo pesado que era, no observamos las dimensiones de las labores realizadas. No podemos regresar el tiempo y decirle a Pepe: “tómate un tiempo, carga energías, cuídate”. Duele su partida, duele que no esté aquí. Y mucho dolor hay en la ausencia de sus palabras.

Los días pasan, las semanas se van, los meses desaparecen, y así los recuerdos suelen perderse, diluirse. No sé si un día los jaliscienses que conocieron a Pepe lo olviden. Yo apuesto a que no, a que se mantendrá su efigie. Quizá no con actos rimbombantes de condolencias y aniversarios luctuosos, sino en el día a día. Porque Pepe enseñó eso: el día a día, el caminar luchando, el caminar para que un día las cosas sean mejores y exista una sociedad más justa y más equitativa. Sí, eso nos dejó Pepe: nos enseñó a ser tercos, a estar organizados, a seguir luchando por las causas que muchos ven perdidas. Nos enseñó que construir un mundo mejor no es cosa de días, sino de estar, siempre, luchando. Y nos enseñó también a cantar la alegría, a cantar la resistencia, a cantar la dignidad. Y así, nos enseñó a cantar con Benedetti: “cantamos porque el niño y porque todo / y porque algún futuro y porque el pueblo / cantamos porque los sobrevivientes / y nuestros muertos quieren que cantemos // cantamos porque el grito no es bastante / y no es bastante el llanto ni la bronca / cantamos porque creemos en la gente / y porque venceremos la derrota”.

jorge_naredo@yahoo.com

La lucha interna en el PRD

Arnaldo Córdova

La lucha interna en el PRD

En recuerdo de Pepe Zamarripa

Hubo un tiempo, ya lejano, en el que el concepto de lucha interna en la vieja izquierda comunista y partidista llegó a tener una gran altura conceptual. Desde los tiempos de Lenin significó debate de ideas, de grandes ideas, como las del partido que se debía tener o el régimen social y político que se proponía a la sociedad. Luego se convirtió en simple lucha por el poder interno. Cuando yo ingresé al Partido Comunista Mexicano, en 1956, el tema estaba en su apogeo, como lucha por la dirección del partido.

Durante muchos años presencié la discusión en torno a la lucha interna, hasta que abandoné el Partido, 10 años después. A final de cuentas, todo resultaba en un simple reacomodo de poderes internos. Cuando se fundó el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), el tema desapareció y, en consonancia con los tiempos de la reforma política, sólo se habló de unificar a todas las fuerzas de izquierda. Ahora, en el PRD, el concepto vuelve a escena, sólo que muy degradado, sólo para ser de nuevo lucha por el poder interno.

Tal y como casi todo mundo lo ve, el PRD pareciera un partido sin futuro, deshilachado, polarizado, dividido sin remedio y, en todo caso, perdedor. Se trata de un partido que ostenta tener un padrón de más de tres millones y medio de afiliados. En mis viajes por el país a propósito de mis participaciones en los foros y debates sobre la cuestión petrolera, a los que me han invitado todo tipo de organizaciones e instituciones académicas, siempre me encuentro con muchísimos perredistas. Cuando yo les pregunto si son de Nueva Izquierda o de Izquierda Unida, la respuesta puntual es: somos lópezobradoristas.


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