lunes, 29 de septiembre de 2008

ISA Servicio informativo núm. 529

Ciudad de México, 29 de septiembre de 2008
Servicio informativo núm. 529

http://serviciodenoticiasisa.blogspot.com

Sumario:

I. Una expresión visible del neoliberalismo, que contribuye a profundizar la destrucción del tejido social es el narcotráfico, afirman intelectuales

II. 27 de septiembre de 1960, fecha fundacional del México moderno: declaración de organizaciones sindicales y sociales

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UNA EXPRESIÓN VISIBLE DEL NEOLIBERALISMO, QUE CONTRIBUYE A PROFUNDIZAR LA DESTRUCCIÓN DEL TEJIDO SOCIAL ES EL NARCOTRÁFICO, AFIRMAN INTELECTUALES

Carta del Comité de Intelectuales en Defensa del Petróleo, a la cual dio lectura el actor Jorge Zárate, durante la Asamblea Informativa del Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo, en el Zócalo de la Ciudad de México, el 29 de septiembre de 2008

A la opinión pública:

Al pueblo de México:

En la cadena incesante de asesinatos que suelen incluir la tortura de las víctimas, las granadas arrojadas a la multitud festiva en Morelia son el hecho que concentra y potencia el horror desatado por la delincuencia organizada. El atentado terrorista ha unido en el repudio a la sociedad entera. A los familiares y amigos de las víctimas de este crimen monstruoso, a la gente de Morelia y del estado de Michoacán, nuestra solidaridad.

También otro acto de violencia nos atañe particularmente: el asesinato de Fonseca, el conductor de un programa radiofónico en Villahermosa, ejecutado cuando ponía mantas de consignas contra el narcotráfico.

El mensaje es nítido: el Estado es de ustedes pero la facultad de segar vidas al gusto nos corresponde.

La crisis que se vive en el país es múltiple, y podría destruir buena parte de los avances todavía registrables.

El narcotráfico no es la única amenaza, pero sí es la mayor, desde la perspectiva social, porque es la plataforma que aloja las matanzas diarias, la corrupción de autoridades judiciales, policíacas y políticas y los climas omnipresentes de inseguridad.

El narcotráfico, a fin de cuentas, una expresión visible del neoliberalismo, contribuye a profundizar la destrucción del tejido social, frase que, entre otras cosas, expresa el fin de la confianza en la defensa que el Estado hace de su población.

¿Por dónde empezar? La lista es fatídica: multiplicación de ecocidios, escasez de agua, deterioro histórico de la impartición de justicia, desplome de los niveles de educación pública y privada, desempleo, caída libre de la economía, problemas agudos con la migración, pobreza creciente y la desigualdad que es el más infeliz rasgo distintivo del país.

La respuesta de las distintas sociedades que componen México es variada y una ya advertida con insistencia en las encuestas y en la Consulta Ciudadana sobre reforma petrolera, se centra en el rechazo del proyecto energético de Felipe Calderón que, de modo clarísimo que no enturbian los spots gubernamentales con su demagogia, intenta privatizar Pemex.

El afán de entregar parcial y categóricamente Pemex, obliga a la resistencia pacífica y a exigir la cancelación del aumento de precios de la gasolina, el diesel, el gas y la electricidad.

De entre las exigencias que apoyamos está la desaparición de esta trampa burocrática, la Alianza Educativa.

Si urge la reestructuración del SNTE, la desaparición de sus cacicazgos y la crítica a la idea del sindicato como suma de patrimonios familiares, también es preciso defender al magisterio de la corrupción que lo ha sometido, oponerse al cierre de las escuelas normales y ser en verdad rigurosos en el otorgamiento de plazas de maestros, algo inconcebible ahora en el feudo del SNTE.

Respaldamos la propuesta de que se otorgue una pensión alimentaria a todos los adultos mayores del país; de que se entreguen los ahorros de los ex braceros; que se aumente el presupuesto destinado al campo; se establezcan precios de garantía a los cultivos básicos y subsidios a los fertilizantes, además de un pleno apoyo a la agricultura orgánica y ecológica de indígenas y campesinos.

Pemex es y puede ser una palanca del desarrollo nacional. Por eso creemos necesario que el Congreso posponga su decisión sobre la reforma energética, hasta que se construyan los consensos suficientes en este tema tan trascendente para la vida del país.

En tanto, deben otorgarse más recursos y adoptar medidas urgentes para fortalecer a Pemex, como construir las tres refinerías que se necesitan para dejar de importar gasolinas.

Mediante un programa de construcción de obras públicas se puede reactivar la economía y generar empleos; y al mismo tiempo, atender carencias de servicios públicos y de vivienda, en beneficio de los pobres de los centros urbanos y de las ciudades fronterizas.

Estas acciones pueden llevarse a cabo si hay voluntad política y se modifica la orientación del presupuesto público.

A cuarenta años del movimiento estudiantil de 1968, recordamos a los jóvenes que entonces abrieron los cauces de la lucha democrática, de los derechos humanos y de un país más justo y digno.

Cuatro décadas después, podemos decir, junto con ellos, aquí estamos, aquí seguimos, exigiendo justicia y democracia.

Atentamente

COMITÉ DE INTELECTUALES EN DEFENSA DEL PETRÓLEO

Marco Antonio Campos, Rolando Cordera, Arnaldo Córdova, Laura Esquivel, Bolívar Echeverría, Víctor Flores Olea, Luis Javier Garrido, Héctor Díaz Polanco, Antonio Gershenson, Margo Glantz, Enrique González Pedrero, Hugo Gutiérrez Vega, David Ibarra, Luis Linares Zapata, Guadalupe Loaeza, Lorenzo Meyer, Roberto Morales, Carlos Monsiváis, Jorge Eduardo Navarrete, Carlos Payán, Carlos Pellicer, José María Pérez Gay, Sergio Pitol, Elena Poniatowska, Ida Rodríguez Prampolini, Enrique Semo, Víctor Manuel Toledo, Héctor Vasconcelos, Javier Wimer.

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27 DE SEPTIEMBRE DE 1960

Fecha fundacional del México moderno

Al pueblo de México,

A la clase obrera:

El día 27 de septiembre de 1960, con la plaza mayor de México colmada de trabajadores, campesinos y ciudadanos, desde el balcón presidencial del Palacio Nacional, el presidente Adolfo López Mateos anunció el Decreto de Nacionalización de la Industria Eléctrica de México, mediante la adquisición de las acciones de la empresa canadiense Mexican Light and Power . Culminaban así, décadas de lucha de esos mismos trabajadores, entre ellos los electricistas, que no entendían ni aceptaban, como no entendemos ni aceptamos ahora nosotros, que en esa industria, estratégica y vital para nuestro país, estén metidas manos extranjeras.

El 27 de septiembre de 1960 es un hito histórico de México, muy a pesar de los neoliberales que tratan de desconocerlo. Nuestro país fue uno hasta esa fecha, y es otro desde entonces. Desde sus inicios hacia finales del siglo XIX, las empresas extranjeras que recibieron las primeras concesiones para generar y distribuir energía eléctrica fueron movidas por su irrefrenable e insaciable afán de lucro, ofreciendo un servicio exclusivo y caro, sin atender los requerimientos del país que necesitaba una industria eléctrica capaz de fomentar el desarrollo económico y social de los mexicanos, haciendo llegar también un servicio extensivo y accesible para las clases populares.

Las luchas de los primeros trabajadores electricistas, quienes asumieron la defensa del interés nacional no tardaron en hacerse notar. En ese contexto de lucha, y para ese fin, fue organizado en 1914, el Sindicato Mexicano de Electricistas. Décadas de lucha ascendente culminaron en 1960 con la Nacionalización de la Industria Eléctrica. A 94 años de su organización, nuestro sindicato sigue empeñado, frente a la omisión de otros, en la defensa cada día más necesaria de la Industria Eléctrica Nacionalizada.

A partir de 1960, con la industria eléctrica en sus manos, el país inició la fase de electrificación masiva que jamás pretendieron ni intentaron las transnacionales. Surgieron así las grandes generadoras hidroeléctricas y la red eléctrica se extendió llevando el fluido a la inmensa mayoría de los mexicanos. Recibieron un nuevo impulso las actividades industriales, comerciales, sociales y culturales que han sustentado el México actual.

El país edificó una infraestructura eléctrica extraordinaria; con recursos propios y trabajadores, técnicos y profesionistas, profundamente comprometidos con nuestro proyecto de Nación independiente y soberano, plasmado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, particularmente en sus Artículos 27 y 28.

Así, los trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad y de la vieja Compañía de Luz y Fuerza del Centro unificamos la frecuencia a 60 ciclos, construimos un sistema interconectado nacional sin parangón en el mundo a pesar de lo agreste de nuestra geografía y llevamos el fluido eléctrico a más del 98 por ciento de la población nacional, verdaderos timbres de orgullo para nuestra Industria Eléctrica Nacionalizada, que responden sobradamente a las necesidades actuales y lo harán durante muchos años más. La Nacionalización Eléctrica rindió frutos óptimos, como lo esperaban los mexicanos.

Sin embargo, ahora todo está en peligro. Desde hace más de 26 años, los gobiernos neoliberales intentan frustrar los esfuerzos y anhelos de varias generaciones de mexicanos mediante actos deleznables de lesa patria. Por razones claramente privatizadoras, han abierto las puertas de la Industria Eléctrica Nacionalizada a la voracidad transnacional, y si no se les detiene la entregarán en su totalidad. Sin embargo, no es solamente el patrimonio eléctrico el que esta en riesgo, sino el conjunto del Patrimonio Energético de la Nación y en particular la Industria Petrolera, correspondiendo su defensa al pueblo, y en especial, a la clase trabajadora.

El sistema capitalista y su principal exponente se encuentran inmersos en una crisis que terminará aniquilándolos, tarde o temprano. El gobierno de Estados Unidos reclama a los gobiernos medidas contrarias al interés popular. Los pueblos del mundo ya han soportado durante demasiados años la pesada carga del financiamiento de la crisis de Estados Unidos. La nueva exigencia planteada implica un incremento en el latrocinio que han sufrido los pueblos –“un Fobaproa en cada país”, “cuando sea oportuno”– para que ese país pueda apuntalar su vigencia. Tenga éxito o no este nuevo intento por esquilmar la riqueza ajena, el mundo está amenazado con una gravísima profundización de esa crisis.

En estas circunstancias amenazantes que en mayor o menor grado se presentarán, la Nación mexicana necesita mantener de manera imprescriptible e inalienable, su dominio sobre los recursos energéticos y naturales y de toda forma de riqueza del territorio nacional. Conservar la propiedad social y colectiva, de nuestros recursos estratégicos y fortalecerla con estricto apego a la Constitución, es fundamental para enfrentar cualquier amenaza a nuestro país.

El 27 de septiembre de 1960 no es la fecha de un acontecimiento que pertenezca a quienes políticamente lo concretaron. Tampoco pertenece exclusivamente a los trabajadores electricistas que lo impulsaron y se afanan por conservarlo en la memoria nacional dándole la dimensión histórica que le corresponde.

En este 48 aniversario, los trabajadores de las Organizaciones firmantes afirmamos, la Nacionalización de la Industria Eléctrica pertenece a todo el pueblo y en especial a la clase trabajadora, pues fueron quienes la hicieron posible y le dieron sustento y condición de hecho histórico.

¡¡¡VIVA LA NACIONALIZACIÓN DE LA INDUSTRIA ELÉCTRICA!!! ¡¡¡VIVA LA CLASE OBRERA!!! ¡¡¡VIVA MÉXICO!!!

Fraternalmente “Por el Derecho y la Justicia del Trabajador”

México, D. F., a 27 de septiembre de 2008

Sindicato Mexicano de Electricistas; Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear; Sindicato Nacional de Trabajadores Minero Metalúrgicos, Similares y Conexos de la República Mexicana; Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México; Alianza de Tranviarios de México; Sindicato Nacional de Trabajadores de SEDESOL Sección 33; Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Energía; Administrativos, Técnicos y Manuales INAH-D-III-24; Sindicato de Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado de Querétaro; Sindicato de Trabajadores del Transporte Público del Distrito Federal; Consejo Nacional de los Trabajadores; Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad Autónoma de Chapingo; Sindicato de Trabajadores de la Vidriera del Potosí; Cooperativa Pascual; Organización Nacional del Poder Popular; Movimiento de Liberación Nacional; Movimiento la Esperanza se Respeta. Responsable de la publicación Fernando Amezcua Castillo, Secretario del Exterior SME.

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¡Viva nuestro movimiento!

De la Lámpara de Diógenes:
Esta mañana desde muy temprano, con pasos apresurados, miles y miles de personas se dieron cita en el Monumento a la Independencia. Puntual, como siempre, llegó Andrés Manuel López Obrador acompañado con parte de su gobierno e integrantes del Frente Amplio Progresista (FAP).





Juntos, hombro con hombro, el gobierno legítimo y miles de ciudadanos iniciaron la marcha para salvar a México y hacerle ver, al que se ostenta como titular del ejecutivo federal, que el pueblo existe, que reprueba su forma de gobierno, su corrupción y su ineptitud para afrontar los verdaderos problemas del país.




Los medios informativos, que en su mayoría se encuentran al servicio del gobierno de facto, anunciaron desde días antes, que esta iba a ser la concentración, convocada por el presidente legítimo, con mucho menor asistencia y como siempre se equivocaron.




La plaza pública más grande del país y corazón de la nación, volvió a palpitar con toda su fuerza, nuevamente, desde ahí, se propuso un plan para salvar a México, un decálogo de propuestas viables que hace dos semanas, la noche del 15, fue acallado junto con la vida de ocho personas en la principal plaza de Morelia.




En resumen, para salvar a México hay que:

1. Cancelar aumento de precios de gasolinas y derivados.

2. Otorgar becas a estudiantes como en la Ciudad de México.

3. Aumentar el presupuesto a universidades públicas.

4. Otorgar pensión alimentaria a todas las personas mayores de 65 años del país como en la Ciudad de México.

5. Entrega inmediata de los ahorros de ex braceros que les han retenido desde hace más de 60 años.

6. Aumentar presupuesto destinado al campo. Establecer precio de garantía y subsidios a fertilizantes e insumos para no importar alimento.

7. Construir tres refinerías para dejar de importar gasolinas.

8. Cancelar la llamada Alianza Educativa, no cerrar escuelas normales y otorgar plazas a sus egresados. Hacer más escuelas y tener menos cárceles.

9. Crear un programa de construcción de obras públicas para reactivar la economía y generar empleos.

10. La inmediata renuncia del los Secretarios de Gobernación y Seguridad Pública y Procurador General de la República, por carecer de integridad y ser ineficaces en el combate a la inseguridad y a la violencia.

Sólo así y retirando en definitiva las iniciativas de privatización de PEMEX estarían dispuestos a llegar a un acuerdo con los adversarios, siempre y cuando se apoye el Programa de Acción Inmediata para el Fortalecimiento de PEMEX.



En cuanto al movimiento de resistencia civil pacífica, reiteró lo fundamental, -" crear una nueva corriente de pensamiento que se arraigue y permanezca en la conciencia del pueblo... evitar que el dinero triunfe sobre la dignidad y el ser humano valga por su trabajo, rectitud y generosidad."




Este domingo, el último del mes patrio, el gobierno legítimo de Andrés Manuel López Obrador volvió a darse cuenta que el mejor patrimonio que tiene es su gente.


Muchas más fotografías en la Lámpara de Diógenes.