lunes, 19 de octubre de 2009

LA TEORIA DEL ESTADO Y LOS ELECTRICISTAS

LA TEORIA DEL APEGO A LAS LEYES DEL ESTADO MEXICANO SOBRE LA DESAPARICION DEL SINDICATO DE ELECTRICISTAS.
Sobre el derecho del estado para imponer su poder sobre el individuo, la familia y la sociedad civil existen dos teorías: 1) la idealista representado por Kant y Hegel 2) la materialista representada por Marx. La teoría idealista; con la plenitud de vigencia en nuestro tiempo, quizá se inicia con los conceptos filosóficos de rossoua del pacto social en donde se establece que el hombre en determinado momento se reunió y tubo un acurdo para ceder sus derechos como el de la violencia para solucionar sus problemas consagrados en la biblia como “ojo por ojo y diente por diente” y llego a un acuerdo para cederlos al estado que sería el encargado de ejercer los derechos cedidos. Así el estado tenía justificación para y ejercer la violencia, recoger dinero a través de impuestos y autorizar a particulares a ejercer la propiedad privada sobre la naturaleza. Esta teoría fue desechada por Hegel el cual dice que Rousseau confunde la voluntad individual con la voluntad general y que el hombre nunca hizo un pacto social para que el estado se apropiara de los derechos del individuo. Hegel establece que el estado está formado por el individuo, la familia y la sociedad civil y que la armonía en el estado está dado por la “idea absoluta” que las leyes existen en un mundo en sí, independiente de la cosa material, el estado cobra conciencia de sí mismo, es decir se convierte en algo independiente de lo material y al hombre solo le compete ir descubriendo las leyes según va evolucionado el hombre, la familia y la sociedad civil. Establece que existe el estado absoluto y a sus tres instituciones solo le queda ir descubriendo las leyes que lo hacen funcionar. De esta forma el estado se convierte en dueño y señor de las instituciones del hombre, la familia y la sociedad civil las cuales estan por debajo del estado. Los escritos de Gottfried Wilhem Frieddrich Hegel estan en “fundamentos de la filosofía del derecho”.
Una evolución del concepto idealista basada en Kant a es la propuesta de Hans Kelsen del lo que constituye el estado y, es aquel que encara el derecho como una ideología. Su teoría son las de una total limpieza y purificación de la idea del derecho, para que no esté contaminada de ideología, ni de religión, ni de política ni de moral, ni de sociología, él mismo advirtió que no hay contradicción en que, simultáneamente, al confrontar el derecho con la realidad natural, aparezca ya como una ideología y sin embargo se proponga presentarlo como algo desprovisto de toda ideología. La teoría de Hans Kelsen plantea un derecho tan puro, que no está concebido para hombres, sino para ángeles, lo que equivale a decir que no se puede aplicar en el planeta Tierra, donde habitamos los seres humanos, sino en el cielo, para las cohortes de querubines y arcángeles, que no sienten, ni sufren, ni comen, ni trabajan, porque son espíritus, como lo narra la mitología, no tienen forma corporal, no son materia: o sea, no existen.
La posición de Kelsen no aparece de la nada. Es una posición de clase, una escuela que en la historia de la filosofía tiene sus representantes y el más cercano es Kant, maestro de Kelsen, quien desarrolla sus posiciones sobre la filosofía crítica en tres tratados fundamentales, Crítica de la razón pura (1781), Crítica de la razón práctica (1788) y Crítica del juicio (1790). En el primero, Kant expone su doctrina del conocimiento; en el segundo, la ética; en el tercero, la estética y la teoría de la finalidad de la naturaleza. En la primera de las tres obras, Kant expone la conocida tesis de la cosa en sí (la cosa cobra conciencia de sí misma y es independiente de la cosa) y refuerza su posición agnóstica cuando afirma que a la mente humana le es imposible llegar a conocerla. En esta tesis de la cosa en sí, Kant es idealista afirma que;
“Ni las percepciones de nuestros órganos sensoriales, ni los conceptos y juicios de nuestro entendimiento, ni los conceptos o ideas nos dan, ni pueden darnos, un conocimiento teórico de las cosas en sí”.
Kant en sus concepciones sociopolíticas e históricas se alimenta de la Ilustración francesa e inglesa, en especial de Rousseau, y defiende la soberanía del pueblo. Pero como es un teórico de la burguesía alemana, y por tanto inconsecuente con su pueblo, llega a afirmar que:
“En realidad, la soberanía del pueblo es impracticable y la voluntad del pueblo debe subordinarse por completo al poder existente.”
Lo que Kant propone es la rendición de los pueblos ante sus opresores. La base real de las concepciones jurídicas de Kant, y su parte progresista, consiste en oponer el ordenamiento jurídico burgués, emanado de la propiedad privada, a la arbitrariedad y absolutismo feudales. Kant, entiende la libertad civil como el derecho del individuo a acatar sólo aquellas leyes con las que se declara conforme.
Lenin dice al respecto:
“La crítica de la filosofía kantiana desde la izquierda se desarrolla fundamentalmente en el siglo XIX, por la doctrina materialista de Feuerbach y otros. Y, desde la derecha, vivo aún Kant, en el último decenio del siglo XVIII, el principal exponente fue Fichte”.
El otro gran pilar del idealismo en la filosofía clásica alemana, pero ya desde una posición dialéctica, es Hegel, uno de los más importantes filósofos del derecho. Es idealista, por cuanto centra la cuestión del avance humano en la autosuperación del pensamiento, en el desarrollo inmanente (lo inmanente no es más que la separación de la conciencia de lo material; la cosa en si de Kant vista desde otro punto), de las ideas por la vía de su negación. El proceso del desarrollo histórico constituye exclusivamente la realización del desarrollo de las ideas y se convierte por ello en una alegórica historia sagrada. Las representaciones políticas buscan en el pensamiento mismo las instancias de su realización y superación.
La teoría materialista de Marx sostiene, por el contrario, que al ser la base económica la que origina las ideas y no a la inversa, es precisamente la realidad social la que decide sobre el real significado de estas últimas. La crítica de la teoría hegeliana del desarrollo histórico, la crítica de la teoría hegeliana del derecho y del Estado, así como la crítica de la teoría hegeliana de la conciencia y el papel de la filosofía convergen en la convicción marxista que la actividad abstracta del pensamiento debe concebirse de un modo práctico, histórico y real y no, como Hegel lo hace, como actividad espiritual que expresa las transformaciones de la idea al margen del mundo real. El hombre –dice Marx en la Contribución a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel – “es el mundo de los hombres, el Estado, la sociedad”. Esta consideración histórica y concreta del hombre como un ser real que actúa bajo las condiciones reales de la existencia material, bajo las condiciones reales de la sociedad de clases, se convirtió en el núcleo de la filosofía que Marx opuso a Hegel.
Para Marx el estado es hecho por el hombre, y es un estado que depende de las condiciones materiales desarrollo de la sociedad, de tal forma las leyes que existían por ejemplo en el estado romano eran por el desarrollo de la sociedad esclavistas en la que existieron los romanos y las leyes que consagraban el derecho a poseer a hombres como esclavos. En la sociedad medieval las leyes sobre la propiedad de la tierra permitan a los señores poseer a los campesinos como parte natural de las haciendas. En la sociedad burguesa el capitalista existen leyes para que el patrón posea el trabajo del obrero y no al obrero mismo.
Así el estado en la filosofía idealista del derecho está por arriba del individuo, la familia y la sociedad civil y debe someterse a el. En cambio en el concepto materialista del estado, el individuo, la familia y la sociedad civil son las que pueden decidir las leyes y la forma del estado e inclusive desaparecerlo y formar otro de acuerdo a sus intereses. Para Marx, Hegel es el máximo exponente de la Filosofía del Derecho, que no es ni más ni menos que una exaltación y defensa del Estado Moderno, que, como hemos visto, es un modelo retrógrado.
Marx establece que la sociedad se puede cambiar cuando esta no corresponda a los intereses del las tres instituciones que forman el estado. El cambio del estado se puede llevar a cabo de dos formas, mediante la violencia de una rebelión o mediante la democracia. Marx está de acuerdo que contra el estado burgués solo se puede usar estos dos medios, si el estado fomenta la violencia material de la burguesía esta solo se puede enfrentar con la violencia material del proletariado:
“la violencia material no puede ser derrocada sino con violencia material"
Y la otra forma es la democracia.
Para Marx, ser radical es tomar las cosas de raíz, ya que para el hombre, la raíz es el mismo hombre. La teoría revolucionaria, puede prender en las masas cuando éstas se radicalizan, es decir, cuando buscan la raíz de los problemas.
Los cambios sociales necesitan un elemento pasivo, una base material, en la revolución parcial una parte de la sociedad burguesa se emancipa y accede al domino personal, la burguesía solo busca liberar a su clase para conseguir el poder. La emancipación necesita una clase no burguesa que reclame la “justicia universal” apelando a su carácter humano:
“el proletariado en su búsqueda de emancipación como clase genera la emancipación del hombre” Marx.
De esta forma los electricistas tienen esas dos vías una rebelión de la sociedad para cambiar al estado y sus leyes o un cambio democrático que lleve a una figura de su clase al poder y cambien las leyes burguesas del estado. Continuara.

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