viernes, 17 de agosto de 2007

Calderón y su Teatrito de “Cambios” al Informe Presidencial




Por Enrique Cisneros

En los últimos días, en los medios de comunicación comerciales, se ha debatido mucho sobre la propuesta del Partido Acción Nacional (PAN) y Felipe Calderón, de cambiar el formato del informe presidencial del 1º de septiembre. ¿A qué responde esta insistencia que parecería ser una iniciativa de diálogo, distinta a la que acostumbran los derechistas del gobierno en turno?

En primer lugar con ese planteamiento los panistas están tratando de desviar los reflectores mediáticos de temas candentes que les afectan, como la mugre que está saliendo con las primeras investigaciones sobre la complicidad de Vicente Fox y Calderón, con el asunto del narcotráfico y lavado de dinero del chino Ye Gon. Por otra parte se trata de que Felipe Calderón se tome la foto en el Congreso, para intentar borrar (sobre todo en el extranjero), la imagen de un Presidente espurio tomando posesión entre militares, golpeadores….. y en cinco minutos.

No hay que olvidar que el 1º de diciembre, cuando Feli-Pillo fue impuesto, la banda presidencial se la pusieron los militares, a media noche y en Palacio Nacional. Después fue al Congreso, donde a golpes, Guardias Presidenciales le abrieron el camino a la tribuna del Congreso para cumplir mediaticamente el protocolo, quedando severamente cuestionada su legitimidad.

Para seguir con sus simulaciones, ahora Calderón pretende tomarse la foto, aunque le digan hasta de qué se va a morir. Por ello su propuesta de cambio es: “hablen, hablen, si quieren miéntenmela, pero déjenme tomarme la foto”.

Su iniciativa va dirigida sólo eso, pues consiste en que el presidente Calderón escuche el posicionamiento de cada uno de los partidos políticos, cuya intervención no sería mayor a los 10 minutos. Luego, el presidente de la República entregaría su informe por escrito y hablaría hasta por 20 minutos para emitir un mensaje a la nación y comentar los posicionamientos de los partidos, sin que procedan las interpelaciones.

Los panistas propusieron también en su iniciativa de “cambios” que al finalizar la intervención del Ejecutivo, el presidente del Congreso daría la palabra a cuatro legisladores para que formulen preguntas al presidente, quien daría respuesta a cada una de ellas. Eso si, los panistas fueron muy claros en que “el Congreso sea un espacio de opinión y debate, pero no de confrontación violenta y agresiva ni de intolerancia o guerra suicida”.

¿Alguna duda sobre lo que se pretende?
En este debate sobre la forma del informe del 1º de septiembre nada se ha dicho sobre el fondo. O sea que todos, gobiernistas y opositores, sólo están previniendo la manera de “llevar agua a su molino” político, pero para nada hacen propuestas para que los cambios afecten el contenido del mentado informe presidencial, que desde hace muchos años ha servido para realzar la figura presidencial. Aunque actualmente sería para levantarla de la lona, donde se encuentra.

Para nada se piensa en el pueblo, en los ciudadanos ¿Qué tal un debate dónde se pudiera no sólo cuestionar sino sancionar al Presidente por no cumplir sus obligaciones. Por ejemplo ¿de qué sirve que Calderón mienta en la tribuna sobre el tema del empleo y diga que está cumpliendo, para que después la oposición le diga que no es cierto? Los que saben mejor que nadie que Calderón no ha cumplido con su ofrecimiento de ser el “Presidente del empleo” son los ciudadanos. Un verdadero cambio de fondo, en el informe presidencial sería que si al Presidente se le demuestra que está mintiendo se le pudiera someter a juicio y si fuera necesario, sancionarlo.

Entonces si habría verdaderos cambios.

Pero eso es soñar demasiado, ya que Calderón no aguantaría ni los primeros cuestionamientos sobre temas torales como la corrupción en la que anda él y su familia (recuérdese el caso de su cuñado y ahora el del chino); no aguantaría las preguntas sobre la pérdida de soberanía nacional al permitir que los policías y militares gringos actúen en México; tampoco podría explicar por qué le devuelve las carreteras a los potentados, después de haberlas saneado con los dineros del pueblo; cómo explicaría que le entrega los ahorros de los pensionados y jubilados del ISSSTE a Elba Esther Gordillo, o cómo le haría para seguir defendiendo al asesino Ulises Ruiz o al “Gober Precioso”…. y qué diría sobre sus arreglos con Carlos Salinas ……. y…mejor aquí le paramos pues la lista es grande y poco el espacio.

Así que dejemos a los partidos-partidos (todos están super partidos) que se entretengan en sus “dimes y diretes” y sigamos organizando para poner en su lugar a Calderón y todos los demás espurios.

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