miércoles, 29 de agosto de 2007

Pederastas

Pederastas

Sergio Centeno García

Es evidente que no todos los curas o ministros católicos son pederastas, es más, puede haber quien incluso realmente se interese por proteger a los niños, pero por si las dudas, debido a que son muchos los casos, no está de más tomar precauciones. Por eso, si usted tiene una hija o hijo pequeño que sirva de monaguillo en alguna parroquia a un cura no tan anciano o que asista a las clases de catecismo donde frecuentemente esté teniendo contacto con el cura, tenga mucho cuidado, porque una buena parte de los abusos sexuales cometidos por los ministros católicos pederastas han ocurrido teniendo como antecedente este contexto.

El problema de los curas, obispos o cardenales pederastas debe tener ya mucho tiempo de venirse dando, sólo que ha sido en los últimos 10 ó 15 años, cuando han salido a la luz pública.

Por ejemplo, hay un señor Marcial Maciel, fundador de una orden católica llamada “Los Legionarios de Cristo, quien según sus acusadores tenía más de 30 años cometiendo sus fechorías con niños a quienes prácticamente secuestraba para hacerlos sacerdotes, pues los separaba para siempre de su familia y les hacía jurar obediencia total a sus superiores en todo lo que estos les pidieran. Además, los obligaban a guardar el voto del secreto o del silencio, a través del cual se comprometían a guardar la más absoluta discreción acerca de todo lo que estos rufianes los obligaban a hacer.

He escuchado por lo menos a un ex legionario de cristo, que tuvo contactos sexuales con Marcial Maciel, asegurar que éste era una auténtica “loca”, cuando totalmente embrutecido por la droga, se dedicaba a tener relaciones sexuales con uno o dos de sus preferidos.

Y es que la verdad nada tiene de raro que los ministros católicos caigan en este tipo de conductas, pues es difícil que un ser humano pueda reprimir sus exigencias sexuales naturales por mucho tiempo y tarde o temprano toda esa absurda represión tiene que salir de algún modo.

Yo no sé a quién se le ocurrió semejante vacilada, pero eso del mentado “voto de castidad” es una tomadura de pelo incluso para los mismos ministros de culto. Ellos bien saben que sus deseos sexuales están al orden del día, y que en la primera oportunidad tienen que darle salida.

Por suerte, no existe problema alguno cuando para saciar sus instintos sexuales, mantienen relaciones con mujeres jóvenes solteras o casadas, viudas, divorciadas, etcétera, lo cual es muy frecuente. Y tampoco es problema cuando entre ellos mismos hacen parejas de homosexuales, porque también es conocido que hay un índice bastante considerable de homosexuales entre el clero católico

Pero el verdadero problema se presenta cuando curas, obispos o cardenales católicos, sacian sus instintos sexuales con niños o niñas, porque esto habla ya de una conducta desviada que debe ser castigada por la autoridad competente.
En un libro de autor y editorial española, se narra cómo curas católicos en España han llegado a violar incluso a niños con retraso mental, pero también como las instancias estatales encargadas de impartir justicia han hecho muy poco por castigar a estos rufianes.

Soy de la opinión de que estos señores pederastas católicos van a dejar de cometer sus actos delictivos cuando puedan ejercer libremente su sexualidad. Si existe Dios, y si el pecado quiere decir transgredir sus leyes, pienso que prohibir el sexo es uno de los pocos pecados que existen. Y mientras en algún lugar del mundo, exista un ministro católico que no ejerza su sexualidad con mujer adulta o con hombre adulto alguno, ahí hay alguien que reprime su sexualidad y que la ejercitará con quien se le haga más fácil. Por desgracia, casi siempre las víctimas son niños.

Comentarios: sergiocenteno05@yahoo.com.mx

La Tribuna de Querétaro, 27 de agosto de 2007 Año 10 No. 420.

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