jueves, 2 de octubre de 2008

Para salvar al Wachovia, restauren Glass-Steagall

FAZ se hace eco de LaRouche: traza paralelo entre la actual crisis bancaria y el desplome bancario del siglo 14

28 de septiembre de 2008 (LPAC).— La edición sabatina del periódico alemán Frankfurter Algemeine Zeitung, publica de manera destacada un extenso artículo histórico, detallando el desplome del sistema bancario lombardo en el siglo 14, y sus consecuencias, haciendo la comparación obvia con la actual desintegración financiera global. Hasta la aparición de este artículo en el FAZ, Lyndon Larouche había sido la única voz destacada que trazara un paralelo entre la Era de Tinieblas del siglo 14 y el presente. A continuación se reproducen extensos párrafos de una traducción sin pulir del artículo del 27 de septiembre del 2008 en el FAZ: "Codicia, que marcha sobre cadáveres" por Dirk Schumer.

[La introducción es la siguiente:]

Ya en 1342, el crac de algunas instituciones de crédito toscanas arrastró a los depositantes a la ruina sin tener culpa alguna. Y tambien con la extravagancia de los tulipanes, que azotó a Holanda en 1637, la innovación en las inversiones fue decisiva en el éxito de la transferencia creativa de capital. Desde la Edad Media, la historia del capitalismo conoce los altos vuelos (Hohenfluge) de los especuladores asi como tambien los problemas de un empobrecimiento súbito.

[El artículo empieza así:]

Si no hubiera habido desde hace siglos —y desde entonces una y otra vez— crac de los mercados de valores y bancarios, entonces casas bancarias como los Bardi, Peruzzi, Accaiuoli todavía existirían. Pero algo, en algún momento salió colosalmente mal con las grandes instituciones financieras toscanas. El crac de los Bardi y Peruzzi, por ejemplo, que arruinó economías nacionales enteras en 1345, ostenta congruencias no tan sorprendentes con los banqueros inversionistas del fatal principios de otoño de 2008. Los métodos técnicos pubieron haber cambiado radicalmente, pero los jugadores de esta competencia ruinosa siguen actuando de acuerdo con los mismos principios. A primera vista, el ajetreo y bullicio computarizado de las oficinas de los corredores contemporáneos no se parece en nada a la oficina quieta florentina de 1300. Pero un banco como la Casa Peruzzi alcanzó dimensiones impresionantes en su tiempo y, con quince oficinas desde Rodes a Londres, mantuvo la comunicación vital sobre intereses, cosechas, guerras, cambios de gobiernos (Thronwechsell), y precios. Aproximadamente cien empleados hacían acuerdos monetarios para la vieja compañía de padres (Stammhaus) florentinos en todo el mundo conocido. Ellos adelantaban capital para el transporte del trigo napolitano a las ciudades industriales de la parte de arriba de Italia, financiaban las tropas de los reyes ingleses o vendían telas flamencas en el mercado árabe, ayudados por la Oden de San Juan en Rodas.

Los historiadores discuten sobre por qué exactamente fue en 1342 cuando se desintegraron las casas bancarias de los Peruzzi y los Bardi. Pero parece haberse reconstruido [i.e. entendido] la bancarrota en sus rasgos gruesos. Estaba basada en un sistema ruinoso acicateado por la codicia, que marchaba sobre cadáveres. Para ponerlo en términos simples, las finanzas líquidas a fines de la Edad Media se podían aumentar más rápidamente cuando un banco financiaba el presupuesto suntuoso de un gobernante y para esto le arrebataba [como la compensación, digamos] el ingreso, con impuestos y derechos de transito [aranceles] a las actividades mineras y agrícolas. Los toscanos, como contralores diestros, no objetaron el apoderarse de las exportaciones de lana británica con libras esterlinas devaluadas y hacer que el rey certificara que la importación de bienes suntuosos era su monopolio. Inglaterra fue desangrada hasta la muerte, y mientras tanto los bancos hicieron ganancias maravillosas, pero al final el rey estaba tan profundamente endeudado con los Bardi y Peruzzi, que su incapacidad de pagar y la de su pais, acabo en el crac.

Al igual que el cáncer, se apoderó con sus manos de la totalidad del organismo económico, y lo hizo que funcionara de acuerdo con su propio plan y que, al final pereciera, a causa de esto. (La información de los noticieros de la tarde de hoy sobre el mercado de valores, es la forma en que tambien funcionó con el boom bancario en las ciudades del norte de Italia despues de 1300). En esos tiempos, los banqueros políticamente activos pudieron librarse de aranceles e impuestos. En Florencia, la totalidad de la carga recayó en las zonas campestres aledañas, cuyos propietarios y campesinos finalmente tuvieron que venderle todo a los banqueros.

Debido a esto, la producción fundamental de alimentos por ejemplo, se vino abajo, así que los jugadores globalizados de la Edad Media se movieron hacia mercados más distantes en Flandes o hicieron buenas ganancias con la importación de granos, cuyas exportaciones le habían comprado a precios bajos al rey de Nápoles, urgido de efectivo. Entonces como ahora, no se le ocurrió ni siquiera al banquero más listo que en algún momento iban a perecer junto con el bienestar público que ellos habían saqueado a más no poder.

Lo decisivo para el éxito a corto plazo -y la desintegración a largo plazo de la transferencia creativa de capital- es la capacidad de innovar el producto, ante el cual la sociedad no tiene todavía una respuesta. Hoy es internet, entonces [la gente no podía hacer nada frente al dinero rápido de la especulación con documentos [Wechselspejulation] por todo el Mediterráneo y el Mar del Norte. Les cayó como un tsunami. Al igual que hoy las ventas en caliente o el comercio con documentos estropeados, las apuestas sobre los caprichos de los potentados europeos, o la pirateria en el Mar Egeo fueron, en último análisis, nada menos que un juego piloto en donde el que entra al final, es el que paga la cuenta. Para cuando las autoridades prohibieron estas prácticas suicidas, cuando es que esas autoridades no eran idénticas a los banqueros, ya era demasiado tarde. El segundo factor, la expansión metódica de los acuerdos hacia regiones que no habían sido infectadas, usualmente le permitió a los especuladores prolongar los acuerdos cuando estos ya no eran redituables en la tierra natal saqueada. En la Edad Media, las cruzadas fueron financiadas por los especuladores, especialmente de Venecia, pero tambien de Francia.

Hay muchos ejemplos del desacoplamiento metódico de la banca de las actividades económicas diarias. Para fines de la Edad Media, los historiadores consideran la introducción de una moneda de oro como tal una expropiación de la producción primaria. Siendo escasa la moneda de oro ya no fue redituable la producción de alimentos y manufacturas locales. Zonas enteras de la Toscanase vieron desoladas mientras que las ganancias de las casas bancarias continuaban elevándose momentáneamnete. Se pueden trazar paralelos al supuesto poderío global de los Estados Unidos, que puede tener lista una maquinaria de guerra de billones y dispararla a nivel mundial conforme se requiera, pero no puede ofrecerle servicio médico y escuelas adecuadas a los niños pobres internamente. Un bienestar público común, que no es capaz de sellar los diques de Nueva Orleans pero que, en un abrir y cerrar de ojos, carga con un millon de veces un millón de dólares sobre la población en general, tiene que considerarse que es presa de un sector financiero maniaco, inclinado al infierno en todo.

Tambien en la Toscana alrededor de 1340, las grandes ciudades al final vivían miserablemente de los préstamos, que los banqueros de estas poblaciones le habían adelantado. Como todo ingreso real - derechos de aduana, acuñación, impuestos, cosechas—estaba empeñado desde tiempo atrás a los mismos tiburones crediticios, no pudo escaparse de la espiral de la deuda ni la floreciente Florencia y de facto quebró. Solo cambio las cartas la desintegración de la sociedad occidental con la peste negra. El ruinoso saqueo de los deudores, ya sean ciudades estado o propietarios de vivienda, con el que se hunden los bancos. Y despues le piden ayuda al bienestar público común. Este es solo un capítulo de la historia del capitalismo.

[Habla despues de los bancos más pequeños y tradicionalmente de la clase trabajadora de la zona de la liga Hanseatic y tambien de un Franceso di Marco Datini de Prato, Italia como un ejemplo de un buen católico, que trabaja más de una manera tradicional, más modesta]. Su fundación [Datinis] para los pobres en Prato todavía funciona ahí.

[Repasa despues la extravagancia con los tulipanes en los Paises Bajos y lo resume afirmando:] La burbuja solo explotó, como la semana pasada en Wall Street, cuando sobrevino una inundación de ventas y súbitamente no hubo demanda para el loco producto [i.e. los bulbos de tulipanes]. Los Estados Generales Holandeses querían por lo menos reparar en un principio los daños causados a los compradores con diez, despues con un patético 3.5% del valor de los contratos, pero el precio real ya se había hundido muy por abajo de eso.

Es interesante cómo la economía de los Paises Bajos absorbió de una manera sorprendentemente bien la extravagancia de los tulipanes.[Repasa el hecho de que en realidad fue solo un grupo elitista restringido el que participó en la extravagancia. El resto del pais no lo había hecho, y sus negocios continuaron funcionando bien. Finaliza el artículo de la siguiente manera:]

Y los corredores de acciones demandantes, que exigían ayuda judicial y financiera del estado, fueron vencidos por la ley de la República Holandesa de una manera ingeniosa. El tribunal determinó que la adquisición de activos se había hecho bajo condiciones de incapacidad mental [i.e. locura]. Dichos negocios —nada distintos a la pelea de perros o las loterias— es parte de juegos de azar compulsivos y por lo tanto no están protegidos por ninguna ley. ¿Mostrarán los tribunales norteamericanos de hoy esa misma sabiduria prágmática?.

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